La génesis de La Cima se remonta a varios años cuando Roel era Director de la División de Operaciones Especiales de FMO. FMO le asignó la tarea de emprender la recuperación de una gran deuda en Ecuador que había estado en los libros de FMO durante diez años y había sido cancelada. Para ayudar en este esfuerzo, Roel se comunicó con Skip y Beatriz para obtener ayuda.

Roel, Skip y Beatriz colaboraron en un proyecto de seis años en el que la solución de recuperación para FMO implicó la adquisición, administración y venta de Confoco, S.A., una empresa procesadora de alimentos de 300 empleados en Ecuador. Entre otras cosas, Beatriz se desempeñó como uno de los tres miembros de la Junta Directiva de Confoco. También formó y supervisó un equipo legal que resolvió litigios y problemas de títulos que habían existido durante una década y hacían que la empresa no fuera comercializable.

El equipo organizó la recapitalización de Confoco (que había sido insolvente), racionalizó la estructura intercompañía de Confoco y las entidades afiliadas, introdujo nuevas reglas de gobierno corporativo y estándares contables para mejorar la transparencia y organizó la inversión en nuevos equipos. La empresa aumentó su producción y duplicó su rentabilidad. Al final, después de complejas negociaciones, FMO vendió Confoco a una empresa multinacional de productos alimenticios y recibió casi la totalidad de su reclamo. Este fue un éxito asombroso para una deuda que había sido cancelada.